Aunque las relaciones económicas internacionales vienen de muy antiguo, su máximo nivel se ha alcanzado con la globalización; por la caída de barreras al comercio, procesos de cooperación e integración económica, y entrada en liza de los países emergentes. En ese contexto evolutivo, el sector exterior ha contribuido cada vez más al progreso de la economía española, con registros al alza en la balanza de pagos (bienes, servicios, transferencias y capitales), hasta alcanzarse una internacionalización actual superior al 60 por 100 en términos de PIB. De cara al futuro, si queremos seguir en la senda del progreso económico, hay que hacer esfuerzos para abrirse más y más a los mercados. Lo cual exige cambiar gradualmente el modelo de crecimiento español que presenta un mercado laboral demasiado rígido y una fiscalidad poco propicia para inversiones extranjeras y movimientos de capital. Sólo la reforma de esas cuestiones y otras (potenciar I+D+i y marcas, diseño y nuevas tecnologías, ampliar las funciones del ICEX y de la red de presencia comercial en el exterior), permitirá una mayor productividad, que, junto con la defensa de la estabilidad de precios, mejore nuestra competitividad de cara al exterior.
Although the economic relations come of a very old times, its maximum level has been achieved with globalization; i. e. trough suppression of trade barriers and also because of economic cooperation and integration, and the rise of the emerging countries in the world system. In that evolutionary context, the external sector has highly contributed to the progress of the Spanish economy, as it can be appreciated trough the balance of payments records (goods, services, transfers, and capital movements). Thus, the internationalization degree is at present some 60 per cent of GDP. Facing the future, if we want to continue step by step on the path of economic progress, new efforts are necessary to open Spain more and more to the international markets. What requires the gradual changes in the Spanish growth model, that at present is too much rigid in the labour aspects, and has a fiscality not so convenient for foreign invest-ment and capital movements. Only trough those reforms, and others (to ameliorate R+D+I, to expand major trademarks, to implement better design and new technologies, and to enlarge the performance of ICEX and the Spanish commercial network abroad), will it be possible a higher productivity, that combined with the defence of prices stability, will ameliorate our competitively abroad