Este artículo intenta contribuir a resolver una de las más marcadas deficiencias que se atribuyen al paradigma post-humanista. En la medida en que desde dicho paradigma se señala que la ontología es política, se dificulta al mismo tiempo la comprensión de un sentido particular y específico de política. Desde esta visión, todo es político y, en consecuencia, nada es político. En el artículo reviso algunas de las soluciones que se han aportado para solventar esta carencia y añado las limitaciones que presentan. Buscando una vía para evitar la acusación, ofrezco una lectura post-humanista de las migraciones, para el caso concreto de las mujeres inmigrantes en la Comunidad de Madrid.Apartir de esa lectura, planteo la interrogación sobre qué constituyó, en concreto, la especificidad de las mujeres que migraron por razones políticas. A raíz de esta elucidación induzco unos mínimos criterios para caracterizar a la "migración política", que la diferencie de otros tipos de migraciones. Desde esta elucidación realizo una extrapolación al campo más general de la política para el post-humanismo. Habiendo elucidado el hecho político de las migraciones políticas, intento establecer, dentro del paradigma post-humanista, qué constituye finalmente una noción específica y concreta sobre lo político que subsane la crítica de partida sobre la falta de especificidad de la política para el post-humanismo.