En el marco del actual debate sobre el futuro de la Unión Europea en torno a los trabajos de la Convención Europea se ofrecen en este artículo algunas reflexiones sobre los objetivos que se asignan a uno de los pilares del ordenamiento comunitario: el Derecho de la defensa de la competencia, o Derecho antitrust. Desde los postulados eficientistas de la Escuela de Chicago hasta las implicaciones surgidas de la llamada Nueva Economía, se efectúa un análisis de los fines que tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea persigue el Derecho antitrust, presentando una peculiar atención al hecho de que, en el actual estado de construcción europea, el objetivo de la integración de mercados tiene, en este sentido, una especial significación.