Clara Guillén Subirán
La valoración positiva de la reforma del marco normativo que regula las enfermedades profesionales no impide que su aplicación práctica en el día a día de la gestión de estas patologías haya puesto al descubierto algunas lagunas y dudas interpretativas. Como principales dificultades, entre otras, los problemas técnicos para calificar determinadas contingencias por las importantes consecuencias que se derivan de la calificación como enfermedad profesional, la dificultad en el diagnóstico, la confusión conceptual en la delimitación de la enfermedad profesional y la falta de profesionales con la cualificación técnica necesaria para llevarla a cabo.