El hilo conductor del presente artículo pretende demostrar que la dinámica crucial del empleo en nuestro país está en la naturaleza de nuestra estructura productiva más que en la regulación del mercado laboral. Se esbozan aquí los rasgos más característicos de la evolución del empleo en la crisis que pueden deducirse de los estudios estadísticos y se destaca la necesidad de que estos afinen en sus enfoques y que vayan acompañados de buenos estudios de campo, que den cuenta de los procesos reales que suponen las reestructuraciones empresariales, las vivencias de los desempleados y el funcionamiento de las instituciones. Las reformas laborales que paulatinamente se han ido aplicando han tenido como objetivo crear un mercado laboral �flexible� con pocos derechos y muchas desigualdades, lejos de mediaciones realmente inclusivas e igualitarias.