En este artículo los autores reflexionan sobre uno de los elementos que ejemplifica las desigualdades en el mundo del trabajo actual: la satisfacción laboral, entendida esta como el grado de bienestar que experimenta el trabajador en el desempeño de su trabajo y que es, cada vez en mayor medida, el reflejo de un malestar creciente en el mundo del trabajo actual. La hegemonía del concepto en los actuales discursos relativos al trabajo acaba eclipsando otros problemas como la crisis de la ciudadanía laboral. Y es que la individualización de las relaciones laborales es la fuerza que se esconde detrás de esta noción de satisfacción.