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Una asignación internacional está dentro de las transiciones más desafiantes y estimulantes que un líder ambicioso puede emprender. Con la planificación y la actitud adecuadas, estos nuevos roles de liderazgo pueden acentuar las capacidades, desafiar supuestos y conducir tanto a los individuos como a las utilidades en una dirección positiva. Pero una asignación internacional en gestión puede ser una especie de viaje angustioso. De hecho, si un líder emergente nunca ha sido trasladado al extranjero, puede caer en las típicas trampas que estresan severamente las relaciones familiares, afectan negativamente su desempeño en el trabajo, dañan a su empresa e incluso hacen que su carrera pierda el rumbo.
En este artículo, Clouse, el director ejecutivo de Kraft Foods Brasil, y Watkins, autor de Los primeros 90 días: estrategias de éxito decisivas para nuevos líderes a todos los niveles, ofrecen tres principios para lograr la eficacia personal en una asignación en el extranjero. Asentar bien a su familia, adaptar su estilo de comunicación y entender el nuevo ambiente regulatorio, son tareas clave para esta transición, afirman los autores.
