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La solución de la "cuestión palestina" es una prioridad para Estados Unidos. Para poder llevar a buen término el conjunto estratégico que la Administración Obama está diseñando para Oriente Medio y para privar a Al Qaeda de sus santuarios y mejorar la seguridad de Estados Unidos es necesario que el problema Palestino se resuelva con criterios de equidad. Los impedimentos del Gobierno de Netanyahu y del "lobby" israelí en Estados Unidos dificultan una salida hacia la paz, que de no progresar, puede dar lugar a que las relaciones entre Israel y Estados Unidos sean revisadas más pronto que tarde.
