El declive de la agricultura mexicana comenzó con el proceso de liberalización económica y se aceleró con la entrada en vigor del TLCAN. Sin embargo, el acuerdo comercial no produjo los resultados catastróficos previstos por varias razones: los precios de varios productos (maíz, frijol) ya iban a la baja, el creciente volumen de remesas enviadas por los emigrantes compensó los recortes presupuestales, mientras que algunas zonas agrícolas lograron insertarse en el mercado norteamericano, ocultando el rezago de las demás. No obstante, la brecha crece entre las regiones que han logrado adaptarse al cambio (norte y oeste del país) y aquellas que viven cada vez más de las políticas de combate a la pobreza y de asistencia social (parte del centro y sur del territorio).
I
The decline of Mexican agriculture began with the economic liberalization process and accelerated with the entry into effect of NAFTA. However, the trade agreement did not produce the catastrophic results foreseen for various reasons: the prices of several products (corn, beans) were already falling, the growing volume of remittances sent by emigrants compensated for budget cuts, while some agricultural areas succeeded in entering the North American market, concealing the lag of the rest. Nevertheles, there is a growing gap between the regions that have succeeded in adapting to the change (north and west of the country) and those that live increasingly from poverty reduction and social welfare policies (part of the center and south of the territory).