Juan Luis Rascón Ortega
El trabajo pretende reflexionar sobre el servicio público de la Justicia y cómo hacer para que responda adecuadamente a las expectativas de la ciudadanía espera de ella. Según reconocen los distintos sondeos de opinión realizados por el CGPJ, de la Justicia hay una doble percepción ciudadana en nuestro país. En primer lugar, está muy consolidada la idea de que representa la garantía última de defensa de la democracia y de las libertades y por eso se la ve como una institución que inspira un grado sustancial de respeto y confianza: así lo sostenía en 2003 un 62% y en 2005 un 69% de los ciudadanos. Pero, éstos, en segundo lugar, valoran negativamente su funcionamiento, y con el paso del tiempo esta opinión tiende a empeorar. No es mejor la percepción que se tiene de Jueces y Magistrados. La imagen, pues, del servicio público es mala sin paliativos. La justicia se muestra incapaz de ofrecer respuestas ágiles y eficaces a las demandas ciudadanas. Ni siquiera han contribuido a mejorar la situación las inversiones económicas de los últimos 30 años en este terreno. ¿no debería abordarse una reforma estructural de la administración de justicia?