El presente artículo analiza las posibles implicaciones jurídicas, institucionales, políticas y prácticas que la previsible entrada en vigor del Tratado de Lisboa podría tener sobre el diseño y ejecución de la política comercial comunitaria a partir de enero de 2010, bajo Presidencia española de la Unión Europea. El Tratado de Lisboa extiende el ámbito de competencias exclusivas de la UE en materia de política comercial al comercio de servicios, a los aspectos comerciales relacionados con la propiedad intelectual y a las inversiones directas extranjeras. Más importante aún es el nuevo papel que el Tratado de Lisboa otorga al Parlamento Europeo confiriendo a la política comercial una mayor proyección política y social y una mayor legitimidad democrática. La intervención del Parlamento Europeo es reconocida tanto en los procedimientos legislativos para la definición del marco de aplicación de la política comercial como en la negociación y conclusión de acuerdos comerciales internacionales entre la UE y terceros países.