Luis Alberto Moreno
Los numerosos acuerdos comerciales (autónomos, regionales o multilaterales) que desde la década de los noventa se han ido estableciendo en América Latina han transformado profundamente la región, aportándole múltiples beneficios económicos. El desafío al que se enfrentan ahora los países de América Latina es maximizar los beneficios de esa integración, contando para ello con el Banco Interamericano de Desarrollo como socio estratégico. La explotación de las oportunidades latentes pasa, en primer lugar, por la generación de sinergias entre los diferentes acuerdos comerciales. El objetivo último sería un esquema de integración más amplio, que incluyera también normas de origen, regulación en materia de servicios e inversión, estándares o solución de diferencias, entre otras. Este proceso de convergencia tendría como resultado una región más preparada para competir en una economía global, y una mayor integración económica y comercial con Europa y con Asia. En segundo lugar, la integración comercial traerá mayores oportunidades si va acompañada de la creación de un entorno adecuado para facilitar los intercambios, área en la que la ayuda para el comercio ha recorrido ya un importante camino.