La crisis económica actual hace temer una vuelta al proteccionismo comercial como ha ocurrido en episodios de crisis anteriores. A pesar de los compromisos del G-20 de no recurrir a medidas de protección, 17 de sus miembros las han utilizado desde noviembre de 2008. Aunque este rebrote se puede catalogar por ahora de moderado, existe, además, un riesgo proteccionista latente y legal no desdeñable dado que los aranceles aplicados por los países en desarrollo y las ayudas agrícolas de los países desarrollados son muy inferiores a los comprometidos legalmente en la Organización Mundial al Comercio. Para hacer frente a estos riegos es necesaria y urgente la conclusión de la Ronda de Doha y hacer honor a los compromisos adquiridos.