El autor analiza las respuestas nacionales e internacionales que se han adoptado para vencer la crisis internacional en que está inmersa la economía mundial, pasando revista a las medidas monetarias y fiscales adoptadas por los diferentes países para restablecer la confianza en el sistema bancario y para recrear las condiciones de un nuevo tipo de crecimiento. Tras ver los problemas a resolver en el momento actual y tras ver los déficit fiscales que las acciones adoptadas comportan concluye que los aumentos de deuda para los próximos años pueden estimular la inflación y generarán un fuerte coste para las nuevas generaciones.