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Aunque los bienes raíces son el activo más grande, o al menos el segundo más grande para la mayoría de las empresas, raras veces capta la atención de los altos ejecutivos. Y las decisiones en materia de bienes raíces, muchas de las cuales son tomadas dentro de las unidades de negocios e impulsadas por necesidades a corto plazo, normalmente no reflejan una estrategia más amplia de la empresa. Apgar presenta cinco máximas que ayudarán a los directivos a sacar el mayor provecho de este recurso crucial.
Gestione el portafolio. En lugar de hacer un análisis propiedad por propiedad, los directivos necesitan cultivar una comprensión general de su propiedad inmobiliaria, incluyendo una �imagen instantánea� de los espacios existentes y utilizados de la empresa y una visión de sus necesidades futuras.
Genere flexibilidad. Las empresas que valoran la flexibilidad poseen menos y arriendan más. Favorecen el espacio que puede ser subdividido y convertido desde un uso a otro, y disminuyen sus costos de bienes raíces al ofrecer opciones de lugares de trabajo como el telecommuting.
Cultive la inteligencia inmobiliaria. Para conectar las decisiones sobre bienes raíces con la estrategia corporativa, los ejecutivos necesitan datos precisos. Y deben prestar más atención a las medidas internas que a las fluctuaciones del mercado inmobiliario.
Trabaje con profesionales. Las empresas que mantienen los portafolios más eficientes y flexibles tienden a reclutar socios que brindan experticia y eficiencia.
Abrace la sustentabilidad. Las empresas de todos los tipos están transformando los edificios que usan de modo de reducir las emisiones dañinas. Los edificios verdes pueden costar más al principio, pero entregan retornos más altos en el largo plazo.
