En su fase actual, la urbanización se basa en una total reorganización de la economía, y va acompañada de nuevos sistemas de gobierno, de cooperación y de competencia cuyas implicaciones para los habitantes se repasan en este artículo. Las grandes ciudades contemporáneas sobrepasan las capacidades perceptivas del individuo. A diferencia de otros hábitats humanos, la metrópoli es un medio vital que el individuo no puede abarcar con la mirada; convertirse en ciudadano metropolitano plantea varios desafíos más allá incluso de los obstáculos que constituye la inercia del sistema político-administrativo.