Aun cuando nadie duda que el principio de ultima ratio constituye un límite esencial al poder punitivo del Estado, las dificultades se presentan cuando deben fijarse criterios que brinden un contenido material, sobre todo considerando el basamento político que subyace en este principio, por cuanto la decisión de intervenir penalmente es del legislador. Precisamente, una de las particularidades del Derecho penal moderno es su carácter de prima ratio, por lo que resulta urgente buscar argumentos para precisar cuándo es necesario el Derecho penal, en términos de eficiencia y racionalidad. El artículo pretende brindar una respuesta a esta búsqueda, examinando algunos principios que legitiman la intervención punitiva y cuáles sonlas nuevas orientaciones de orden político criminal. En este sentido, se valora el papel que puede desempeñar el Tribunal Constitucional, como asimismo la propuesta metodológica que constituye el Análisis Económico del Derecho, como instrumento de medición de eficiencia.
There is no doubt that the ultima ratio principle represents an essential limit to the state criminal punitive power. Difficulties arise when it is to be determined some criteria giving a material content, mainly considering the political underlying meaning of this principle, as the criminal prosecution decision belong to the lawmaker. Thus, the prima ratio nature of the modern criminal law is one of its features; therefore, it is urgent to search arguments to precise when criminal law is necessary, in terms of efficiency and rationality. This paper pretends to answer to this searching by examining some principles that legitimate the state criminal punitive power and also determining new guidelines in criminal policy. In this context, the role that it can be played by the Constitutional Court is assessed as well as the economic analysis of law, as a weighing up instrument of efficiency.