La aparición de nuevas prestaciones por nacimiento de hijo, junto con la orientación tomada por los subsidios por maternidad, ha dado lugar a la aparición de una categoría protectora específica como es la que atiende al nacimiento. Dentro de ella se incluye la protección por maternidad, que se ha escorado sensiblemente hacia la protección familiar, estando actualmente más próxima a ella que a la incapacidad, y ahí confluye con otra serie de prestaciones que atienden al nacimiento de hijo en diversas facetas (parto múltiple y tercer o sucesivo hijo a cargo), lo que compone un esquema protector diferenciado, dentro del marco global de la protección familiar, en el que deben enmarcarse todas ellas. Las prestaciones que integran esta categoría protectora conforman un grupo muy heterogéneo, tanto desde el punto de vista de su naturaleza prestacional (subsidios e indemnizaciones), como en la dinámica protectora, habiendo prestaciones limitadas al nivel contributivo (maternidad), prestaciones asistenciales (nacimiento de tercer o sucesivo hijo) y otras universales (parto múltiple). A ellas hay que sumar una serie de ayudas, más heterogéneas si cabe, que desde hace un lustro recogen algunas CC.AA. para los partos múltiples, y que desde 2001 se han extendido al parto simple en Castilla y León con un régimen mucho más favorable que el estatal, pautas que han seguido en 2002 las Comunidades andaluza (aunque muy tímidamente) y vasca. Estas ayudas, junto a las prestaciones del Sistema, conforman la protección por nacimiento en el marco global del «Sistema Público de Protección Social». Todas ellas son objeto de estudio en este trabajo.