La democratización mexicana ha supuesto elecciones cada vez más limpias y poder crecientemente compartido entre partidos políticos, lo que ha impulsado a legislaturas más activas e independientes respecto del Ejecutivo. No obstante, no ha quedado del todo claro en qué medida este proceso de cambio político se ha traducido en mayores capacidades de las legislaturas para ejercer su función de contrapeso de forma más efectiva sobre la rama ejecutiva. En este sentido, el presente trabajo examina diversas disposiciones del régimen electoral y de partidos �en especial, la prohibición de reelección legislativa consecutiva� que han configurado una débil institucionalidad de los cuerpos legislativos. Desde esta perspectiva, se argumenta que se debe ir más allá de los planteamientos que sostienen que el incremento de la competencia partidaria y el pluralismo legislativo han fortalecido la función de fiscalización de los congresos.
Democratization has led to fairer Mexican elections and increasingly shared power among political parties, which have created legislatures that are more active and independent of the executive.
However, it has not been entirely clear to what extent this process of political change has produced an increased capacity of legislatures to exercise its role as a counterweight to the executive branch. In this sense, this paper examines various issues of the electoral system and party system�esspecially the ban on consecutive legislative re-election� that have shaped a weak institutional framework of legislative bodies.
In this perspective, it is argued that it should go beyond the approaches that set up the increase of the party competition and the legislative pluralism have strengthened the oversight function of the Congresses.