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El alejamiento y la mutua desconfianza entre ciencia y filosofía, no por menos deseado, ha acabado siendo desastroso. Hoy por hoy, el objetivo debe ser restablecer esa confianza destruida hace tiempo. Quizás ayude a esto mostramos las semejanzas existentes entre autores, en principio muy alejados, Heidegger y Newton. A lo largo de los escritos de Heidegger, pueden encontrarse multitud de elementos que recuerdan la física de Newton. La caída de los entes desvela al ser, como la caída de los graves revela la existencia de fuerza. Existen tantos tipos de movimiento (absoluto y relativo) como de existencias (auténtica e inauténtica). El Dios de Newton, como el de Heidegger, es necesario para salvar al mundo. Incluso la lectura que de Leibniz hacen Heidegger y Newton siguen líneas por completo paralelas. De hecho, las sucesivas teorías de la verdad heideggerianas pueden ser vistas como intentos de adaptarse a la noción newtoniana de inercia.
