La crisis económica está teniendo una incidencia negativa sobre la prensa en papel, acelerando el final de muchos periódicos que han visto reducidos sus ingresos por publicidad de forma drástica. Los cambios dramáticos y las convulsiones de la prensa tradicional contrastan con la expansión de medios digitales, viéndose muy beneficiada la Red por las posibilidades que aporta la inmediatez y el abaratamiento de costes. Internet puede constituir una aportación positiva para el desarrollo de la democracia debido a que es un medio propicio para la participación, pero existen muchas interrogantes sobre si los medios digitales podrán suplantar las funciones que venían realizando los medios de comunicación tradicionales.