El monopolio sindical establecido por ley en la Argentina ha empezado a quebrarse gracias a un fallo de la Corte Suprema. A juicio de ésta, el sindicato que logra la condición de «más representativo» adquiere un cúmulo excesivo de facultades y privilegios respecto de los demás sindicatos. Ello es contrario al principio de «organización sindical libre y democrática» que se proclama en el artículo 14 bis de la Constitución argentina y a la doctrina de los órganos de control de la OIT. En esta sentencia histórica, la Corte reconoce jerarquía constitucional al Convenio de la OIT sobre la libertad sindical (núm. 87), y deja en claro que rechaza la unidad impuesta por la ley, pero no la decidida libremente por los trabajadores