A pesar de la represión de Israel, que les impone períodos de paro forzoso, y de la irracionalidad de los donantes de fondos, que vinculan su compromiso a favor del futuro Estado palestino al apoyo a los diferentes ministerios, las universidades palestinas luchan por permanecer al lado de sus estudiantes, logrando incluso crear promociones altamente cualificadas y realizar estudios de referencia internacional. En este contexto, marcado por los conflictos y las sanciones, la mayor reivindicación de los estudiantes palestinos, que han crecido sin perspectivas de futuro, sigue siendo poder vivir libremente en un Estado soberano.