Los diferentes programas de colaboración entre la Unión Europea y los países del sur del Mediterráneo relacionados con la juventud siempre han otorgado una prioridad absoluta a la educación y la integración de los jóvenes en la vida social y económica de la región. Así, desde la constitución del Foro Mediterráneo de la Juventud en 1998, se han venido realizando una serie de progresos bastante importantes que han permitido que los jóvenes de ambas orillas tengan la posibilidad de desarrollar sus expectativas y mejorar sus posibilidades de acción social. No obstante, todavía hay que trabajar mucho para dar a estos jóvenes más oportunidades para integrarse y participar verdaderamente en la gestión de los fondos públicos, sobre todo a aquéllos cuyas condiciones de vida son más difíciles.