En este trabajo se analizan los cambios experimentados por las diferencias salariales entre hombres y mujeres en España entre 1995 y 2002, prestando especial atención a su distribución a partir de las características socio-laborales de las trabajadoras. En dicho período se observa una reducción de las diferencias salariales por sexo debido, fundamentalmente, al creciente porcentaje de mujeres asalariadas con estudios universitarios. Sin embargo, también se constata la persistencia o incluso el aumento de la brecha salarial no explicada por características observadas ligadas a la productividad (discriminación), especialmente entre las mujeres con mayor nivel salarial dentro de las que carecen de estudios universitarios (provocando la aparición de los conocidos techos de cristal en este colectivo). Por el contrario, la discriminación parece haberse reducido entre las mujeres que tienen estudios universitarios, y también entre las que perciben los menores salarios (mitigando así el fenómeno de suelos pegajosos).