Con el estallido, en 1982, de la crisis estructural el país se enfrenta a un sinnúmero de transformaciones en todos los ámbitos sociales. En el terreno de la educación han sucedido varios cambios. La política gubernamental, la organización de las instituciones educativas, así como las demandas de la población en general, tienden a estar orientadas por nuevos valores que ponderan el aspecto utilitarista de la educación en el proceso productivo y en el mercado de trabajo. El presente artículo tiene el propósito fundamental de entregar elementos que permitan analizar el papel que en México juega la escolaridad en el mercado de trabajo y en la jerarquización social. Los datos y estudio que se presentan se ubican en dos momentos de la década de los noventa. Primero, el análisis se refiere ala situación prevaleciente en 1991 y, después, se entrega un apartado con los cambios operados hacia 1995.