La liberalización del comercio de automóviles usados ha tenido efectos ambientales negativos en México, por la exportación de más de 2.5 millones de estos vehículos desde Estados Unidos. Con ello se ha incrementado la emisión total de gases de efecto invernadero, debido a que el comercio prolonga la vida de automóviles que, de otra manera, se hubieran retirado de la circulación