Tres mandatos consecutivos y una deriva autoritaria son el resultado de las elecciones del 9 de abril que dieron a Abdelaziz Buteflika el 90,24 por cien de los votos. El presidente ha logrado contener a los militares, excluir a los islamistas, un descenso de la violencia y un plan económico que ha funcionado hasta el momento, pero que la crisis financiera internacional y la caída del precio del petróleo pondrán en entredicho. Como contrapartida el país sufre una debilitación de las instituciones y un simulacro de democracia.