Barack Obama aterrizó en Londres el 1 de abril para iniciar una gira que le llevaría en una semana a las cumbres del G-20, de la OTAN y, finalmente, una de carácter extraordinario entre EE UU y la Unión Europea, amén de pronunciar dos discursos públicos, efectuar una visita a Turquía y mantener numerosos encuentros bilaterales. La renovada unidad de criterio, aunque no exenta de matices, mostrada por Alemania y Francia en las cumbres de abril es una buena noticia para la progresión de la cohesión y la fortaleza de la UE.