En un mundo dominado por los intereses adultos, se impone la necesidad de reflexionar sobre las consecuencias que este hecho tiene para la infancia. Bajo esta perspectiva, se describen las transformaciones que han sufrido algunos de los ámbitos típicamente infantiles: las calles del barrio o del pueblo y la escuela. Asimismo, se analizan los cambios actitudinales y comportamentales observados en los niños de hoy en día con respecto a la televisión y el juego. Entre las conclusiones a las que se llega, destaca la urgencia de intervenir sobre el deseo del niño actual de convertirse lo antes posible en un adulto, con la intención de que la infancia se valore por aquello que realmente es y los niños puedan volver a disfrutar de ella.