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, María José Rubio Martín
Las personas "sin hogar" representan el caso de exclusión social más extrema en nuestras sociedades. El "sinhogarismo" responde a un amplio abanico de situaciones ligadas a la exclusión residencial, que afecta a unas veinticinco mil personas en España, de las que alrededor de 10.000 viven literalmente en la calle. La población sin hogar se ha "juvenalizado" y se ha incorporado un numeroso contingente de inmigrantes, absorviendo a una franja de "trabajadores pobres" ligados a un mercado laboral precario. Para frenar esta situación es necesario que las Administraciones Públicas actúen de forma coordinada, promoviendo la diversificación de una red específica de recursos sociales y soluciones vinculadas al acceso y mantenimiento de la vivienda.
