Luis Solana Madariaga
El consenso y los pactos que facilitan la convivencia son esenciales para poder construir un futuro en el que todos los ciudadanos españoles se sientan cómodos. Esa es una de las grandezas de la Constitución de 1978, un éxito colectivo sin parangón en la historia que permitió asentar unas bases duraderas para la convivencia que han posibilitado grandes avances modernizadores en España.