Este artículo presenta los resultados más significativos de un estudio sobre los aprendizajes y cambios experimentados por participantes del presupuesto participativo de la ciudad de Rosario, Argentina. Este estudio es parte de una agenda de investigación más amplia que examina la dimensión educativa de la democracia local. Dicho proyecto intenta responder a los desafíos planteados por Carole Pateman y Jane Mansbridge, quienes señalaron la escasez de investigaciones empíricas sobre el impacto educativo de la participación. La metodología incluyó observaciones de asambleas y encuentros, así como entrevistas a 40 delegados electos por sus comunidades (en una muestra balanceada en términos de sexo, antigüedad, y barrio de residencia) que exploraron cambios en conocimientos, habilidades, actitudes y prácticas ciudadanas a través de 55 indicadores. En términos generales, los participantes indicaron que a partir de su involucramiento en la democracia local se han vuelto más informados, capaces, democráticos, comprometidos y cuidadosos con su entorno urbano. Estos resultados sugieren que el presupuesto participativo no sólo es un proceso de deliberación y toma de decisionesen el que los habitantes deciden cómo distribuir una porción del presupuesto municipal, sino también un espacio de educación informal que promueve importantes experiencias de aprendizaje sobre ciudadanía y democracia.