El artículo analiza la participación en las elecciones españolas de 1986 a 2000 mediante un modelo que incluye determinantes individuales, políticos e institucionales. La progresiva influencia de la posición ideológica en la abstención es el resultado más destacable del análisis: los individuos de izquierda son, desde 1996, menos propensos a participar que los de derecha. Se muestra que este fenómeno es la manifestación de un problema más general: la ideología no predice igual de bien el comportamiento electoral de los individuos de izquierda que el de los de derecha. El debilitamiento del voto ideológico en la izquierda puede deberse, por un lado, al protagonismo que han adquirido en la política española cuestiones ajenas a las discusiones ideológicas, como la corrupción o el debate sobre la constitución. Por otro lado, en los individuos de izquierda no ha pesado tanto la ideología como el convencimiento de que un equipo de gobierno, el del PP, ha sido el mejor para afrontar los problemas del país.