Sergio Godoy
Los radicales cambios en el mercado televisivo chileno a partir de 1988 han ido acompañados por el optimismo de los partidarios de la liberalización y el pesimismo de sus detractores. Diez años después, un análisis sistemático de la diversidad de la programación �uno de los parámetros de calidad en TV� evidencia que ni unos ni otros tenían la razón. En cuanto a diversidad, los cambios han sido pocos. El estudio revela una creciente especialización de la oferta en los canales grandes y una mayor diversificación en los más pequeños. El resultado es cierta duplicación de géneros programáticos entre operadores de similar tamaño.