Jesús Hernández Godoy
En este artículo se estudia el origen del pensamiento político musulmán, que desde sus inicios, se presentó como una comunidad político-religiosa, identificando ambos aspectos. A la base del Islam está un pensamiento religioso y no un pensamiento político: la revelación del único Dios creador infinitamente elevado, benefactor-juez de los hombres y de su pretensión de "dedicación incondicionada" (Islam). El Islam no conoce la distinción entre derecho secular y derecho religioso, entre civil y sacro, entre religión y Estado. La consecuencia práctica de esta identificación es la siempre presente tentación del sectarismo y discriminación (propias de las religiones) contra aquellos que no profesan sus mismos principios teológicos, fruto inevitable del peligroso binomio política-religión. Se estudian además los precursores y principales representantes de la filosofía política musulmana durante el periodo medieval, época en la cual nace y se desarrolla este pensamiento.