Enrique Vázquez
Lo sucedido en Gaza no es un episodio más del largo conflicto en Oriente Próximo. Es evidente que éste entra en una nueva etapa caracterizada por tres datos básicos: hay un nuevo presidente en Washington que entiende, por lo menos, revisar la política americana en el área; dos, el islamismo palestino, boicoteado políticamente por casi todo el mundo, ha ganado puntos en la conciencia árabe y las sociedades islámicas; tres, se observa una cierta ansiedad internacional, vinculada a la inseguridad terrorista, de acabar con la herida en Palestina que envenena el conjunto.