Antonio Ares Camerino
Altas temperaturas, exposición a riesgos eléctricos, ruidos, caídas... La profesión del bombero comporta una serie de peligros que convierten a estos trabajadores en una población especialmente expuesta a los accidentes laborales y a las enfermedades profesionales. Su capacidad y estado físico son lo que más se resiente, mientras que las patologías más frecuentes son los trastornos del sistema respiratorio,la pérdida de audición, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Además, muchas de las situaciones que viven originan el denominado estrés postraumático.