Con este artículo intento transmitir la satisfacción personal y profesional que me ha supuesto poder trabajar de una forma coordinada y de colaboración con diferentes profesionales de distintas instituciones que, aún con diversos enfoques y especializaciones en cuanto al recurso que manejamos, hemos hecho el esfuerzo de alcanzar un mismo objetivo: atender a una familia.-- Son habituales entre nosotros, los profesionales del Trabajo Social, aquellos comentarios que hablan de las graves dificultades y frustraciones que suponen los intentos de coordinación. Es cierto que en muchas ocasiones, esto se hace inviable por la propia estructura de las instituciones y por nuestras propias y particulares maneras de entender nuestro trabajo. A pesar de ello, todos tenemos la experiencia de que en otras oportunidades se pueden vencer estos obstáculos mejorando aquellas circunstancias que están en nuestras manos, cuando el primordial objetivo es prestar un servicio de calidad a quien lo demanda. (A.)