La llegada del siglo XXI está dando lugar a un cambio en el paradigma histórico. Esta transición hacia la preconizada "sociedad de la información" impone un desafío para el Trabajo Social. Supone encontrar nuevas respuestas a viejas preguntas que permitan superar las desigualdades emergentes en un contexto socioeconómico e histórico político de gran convulsión. (A.)