El artículo muestra cómo en el pensamiento feminista español la oposición teórica fundamental no se produce en torno al debate igualdad/diferencia, sino entre aquellos/as que entienden que la igualdad significa la incorporación a las formas de vida existentes, y aquellas/os que consideran que la igualdad, para realizarse, implica un cambio social más profundo relacionado con los valores. Se puede pensar en la subordinación de las mujeres desde dos perspectivas: la subordinación es consecuencia de que las mujeres no han accedido a las posiciones sociales ocupadas por los hombres en la vida pública, y se puede pensar que la subordinación es consecuencia de una particular sujeción de las mujeres, una particular inclusión en el mundo (incluidas a partir de lo privado, la familia, la sexualidad...). De ahí dos formas de luchar contra la subordinación: incorporándose a lo público y criticar la exclusión. Estos dos modelos han sido utilizados de forma complementaria por el pensamiento feminista en España.