La Educación Infantil no puede quedar convertida en un objeto de consumo que se compra y se vende según las posibilidades económicas de cada cual, sino en un ejercicio de responsabilidad política por parte de los gobiernos como vienen demandando desde hace ya muchísimos años grupos sociales y no pocos movimientos de renovación pedagógica. En esa demanda de una educación de calidad pública para la totalidad de la Etapa se entremezclan innumerables cuestiones, como iremos viendo a lo largo de este artículo y que tienen que ver con la lucha por la igualdad de derechos. Éticamente no se sostiene que la atención escolar que reciba la infancia del primer ciclo de la Etapa pueda ser de mayor o de menor calidad y que las familias tengan mayores o menores posibilidades de acceso a la misma en función de la Comunidad Autónoma donde viva. Nos enfrentamos aquí a un problema social que más allá de tener una dimensión local, tiene también una dimensión global que nos afecta a todos y todas, puesto que nos está remitiendo al cuestionario de las propias políticas neoliberales dentro y fuera de nuestro contexto asentadas sobre una impune falta de equidad, donde la propia gestión de la Educación se convierte en una pieza más en este engranaje.
Early Childhood Education must not become an object of consumption which is bought and sold according to each one's economic means, but need rather he an exercise of political responsibility by governments such as has been demanded by social groups and not so few movements of pedagogic renovation for a great many years. In that demand for high-quality government education for the entire educational stage in question, countless matters are intermingled as we shall see throughout this paper, and they are connected with the fight for equal rights. From the ethical point of view, it is not sustainable that the quality of the educational attention received by children during the first sub-stage of Early Childhood Education should be of a higher or lower quality nor that it should be easier or harder for families to have access to this sort of education, simply depending on which Spanish Autonomous Region they live in. We are faced with a social problem, here, going beyond local dimensions; it has likewise got global dimensions which affect each and every one of us, since it is making us call into question neo -liberal politics, within and outside our own context, based on an unpunished lack of equity, where the vey way education is managed becomes vet another part of this machinery.