El texto compara el encaje de los procesos migratorios y la emergencia del pluralismo religioso en la Unión Europea y Estados Unidos. La tesis principal del autor es que los contextos sociales de recepción de esta nueva inmigración se encuentran marcados por la manera en que ambas sociedades definen la presencia de lo religioso en su espacio público. No obstante, el encaje diferenciado de unos colectivos inmigrantes de acuerdo a su adscripción religiosa, sugiere que unas y otras sociedades reaccionan de manera diferente frente a unos u otros colectivos. Así, respecto al caso del islam, las sociedades europeas construyen la imagen del �otro religioso� percibiendo su encaje social como problemático.
En Estados Unidos, la incorporación del islam adopta otros parámetros a partir del momento en que se reconoce que la adscripción religiosa es un elemento válido para su encaje social.