Dentro de las circunstancias que precisan del coaching se encuentra la de adaptación a una nueva posición o entorno. En este contexto, propio de procesos que culminan una selección interna, el coaching se desarrolla en cinco etapas, que se inician con una exhaustiva recogida de información y culminan con la presentación de conclusiones. En el interim, se desarrollan diversas sesiones entre el coacher y el participante en las que se ejecuta el programa mediante el análisis de los puntos fuertes y débiles, un seguimiento por parte del inmediato superior y del Departamento de Recursos Humanos y la posible ejecución de una evaluación 360º.