La modernización del mundo al estilo occidental parece haber triunfado al tiempo que su triunfo se ha tornado intensamente problemático.¿Habrá sido un triunfo pírrico? ¿En el que quien triunfa hoy es derrotado mañana? Es como si lo que parecía que iba a ser realización de un sueño se convirtiera en la materialización de una pesadilla. O en la de un signo de interrogación, gigantesco e insidioso: insidioso precisamente porque está como en todas partes y, en casi todas, como en letra pequeña. Sólo aquí y allí, de cuando en cuando, surgen los grandes sobresaltos: el magnicidio 11-S, la Guerra de Iraq, el tsunami financiero actual; aparte los sobresaltos locales de que cambien los personajes del teatro político y se intercambien los mantos y los cetros, y las muchas mercedes que les acompañan.