Diane L. Coutu, Carol Kauffman
Los líderes de empresas de hoy dependen cada vez más de los coach para obtener ayuda en la comprensión de cómo actuar en un mundo exigente y volátil.
Estos confidentes y consejeros pueden ganar hasta US$ 3.500 por hora. Para entender qué hacen para merecer ese dinero, HBR realizó una encuesta a 140 coach líderes e invitó a cinco expertos para que comentaran las conclusiones.
Los comentaristas y los coach concordaron en que las razones para comprometer a los coach han evolucionado en la última década. Hace diez años, la mayoría de las empresas que contrataban a coach querían que éstos ayudaran a poner fin a conductas tóxicas en las altas esferas. En la actualidad, la mayor parte del coaching está destinado a desarrollar las capacidades de actores de alto potencial o para actuar como consejero. Como resultado de esta misión ampliada, existe una mayor ambigüedad en torno a esos temas en relación a cómo definen los coach el alcance de los compromisos, cómo miden e informan el progreso, o las credenciales que una empresa debería usar para elegir a un coach.
¿Las empresas y los ejecutivos obtienen valor de sus coach? Cuando les pedimos a los coach que explicaran el saludable crecimiento de su sector, señalaron que los clientes vuelven una y otra vez porque el "coaching funciona". Sin embargo, los resultados de la encuesta también sugieren que el sector está cargado de conflictos de intereses, poca claridad entre la competencia de los coach y lo que debería dejarse en manos de los profesionales de la salud mental, y mecanismos muy básicos para monitorear la eficacia del compromiso del coaching.
Conclusión: el coaching como herramienta de negocios sigue ganando legitimidad, pero las bases del sector aún están en un estado de cambio. En este mercado, como en tantos otros, el viejo dicho aún es aplicable: "¡Qué se cuide el comprador!"