Se resalta y estudia en la sentencia del Tribunal Supremo de 16 de julio de 2008 el concepto de «engaño bastante» como elemento crucial, alma y sustancia del delito de estafa. Contraponiéndole el engaño burdo, grosero o esperpéntico incapaz de inducir a error a nadie de una mínima inteligencia o cuidado. Se recomienda el examen del antecedente de hechos probados de la referida sentencia