La televisión ha sido hasta ahora el medio más estudiado por las Ciencias Sociales y de la Educación, a través de una enorme cantidad de investigaciones empíricas. Medio siglo de investigación sobre la relación entre los niños y la televisión nos llevan a dos consideraciones: la primera es que ningún resultado ha alcanzado los términos de “verdad científica”, o sea, que los efectos del medio sobre el comportamiento y la personalidad infantiles no están objetivamente definidos. Todo parece depender de las “condiciones” del sujeto (edad, ambiente, educación, etc.). La segunda consideración es que si se excluyen algunos casos de programas televisivos para la infancia (el más famoso es Barrio Sésamo), las investigaciones sobre la televisión y los niños no han tenido ninguna influencia sobre las emisiones televisivas, sobre la selección de ideas y productos. A partir de estas consideraciones, y de algunas investigaciones históricamente significativas, el artículo trata de poner en claro el problema epistemológico de este campo de investigación, entre la “verdad” y el “sentido común”.