Este artículo tiene como objetivo central recuperar parcialmente la memoria perdida de los partidos de la izquierda revolucionaria española, respondiendo a interrogantes sobre su origen, ideario y rasgos organizativos, avatares de su proceso evolutivo y relación con la izquierda alternativa actual. Siguiendo este orden expositivo, se presentan primero las raíces de la extrema izquierda europea y sus principales rasgos constitutivos, que otorgan un inequívoco aire de familia a las distintas formaciones revolucionarias. Sobre este trasfondo común se tejen las particularidades que distinguen a la extrema izquierda española, cuya caracterización y desarrollos se abordan en un segundo momento, en el que se toma como el hilo conductor la particular evolución del Movimiento Comunista. Tras el ascenso de la democracia parlamentaria, en el horizonte de estos grupos políticos se perfilan dos vías alternativas: una, mayoritariamente seguida, conduce a una extinción silenciosa y casi vergonzante; la otra, menos transitada, posee visos de permanencia y continuidad. Varias organizaciones optaron por continuar en activo, aunque para hacerlo elegirán caminos distintos: enrocándose en la lucha armada o permanecer mutando. Este es el caso del MC, cuyas siglas han desaparecido del panorama político, aunque su realidad y memoria permanecen vivas a través de un grupo de organizaciones que se proclaman herederas de su experiencia y legado.
The main aim of this article is to partially recover a lost memory of the revolutionary left-wing parties in Spain, answering questions about their origins, their agenda, their organisational characteristics, the vicissitudes of their history and their relationship with the alternative currents in today's left wing. Accordingly, we first present the roots of the extreme European left wing and its characteristics as it emerged, giving an unequivocal family resemblance to its varied revolutionary spin-offs throughout Europe. Against this common backdrop, certain particularities set the extreme Spanish left apart from the others. These are described in the second section, whose theme is the specific evolution of the Communist movement. Once parliamentary democracy was established two alternative paths opened up for these political groups: the one that attracted the majority led to a silent, almost shameful extinction; the other, taken up by fewer travellers, offered the chance for survival and continuity. Various organisations opted to continue working actively, although they chose different ways of doing this: taking refuge in armed struggle or continuing to change. Such was the case of MC, whose acronym has disappeared from the political panorama, although its memory lives on through a group of organisations that proclaim themselves to be heirs to its experience and legacy.