Hugo Omar Seleme
El presente trabajo tiene tres objetivos. El primero, es mostrar cuál es el fundamento del deber moral liberal de no ofrecer ciertas verdades —que personas razonables pueden no aceptar dadas sus diferentes convicciones religiosas— como única justificación del ejercicio del poder político. La hipótesis que defenderé es que tal fundamento debe buscarse en el hecho de que habitamos junto con nuestros conciudadanos un mismo esquema institucional coercitivo. El segundo objetivo, consiste en mostrar la aparente escisión que la satisfacción de tal deber produce en los católicos y la amenaza que esto implica para un sistema liberal en donde son mayoría. Tal amenaza consiste en que los católicos racionalicen sus convicciones religiosas con el objeto de hacerlas aparecer como aptas para justificar el ejercicio del poder político. Finalmente, el tercer objetivo, es mostrar un modo de interpretar al Liberalismo y al Catolicismo que permite apreciar que la aparente escisión que enfrenta un católico liberal no es tal. De este modo permite conjurar la amenaza que enfrentan nuestros sistemas liberales.
The present work has three objectives. The first is to show which the basis of the liberal moral duty not to offer certain truths —which reasonable people might not accept given their different religious convictions— as the only justification for exercising political power is. The hypothesis I shall defend is that this basis should be sought in the fact that we share with our fellow citizens one and the same coercive institutional framework. The second objective is to show the apparent scission the satisfaction of this duty produces in Catholics and the threat this implies to a liberal system in which they are a majority. The threat referred to is that Catholics rationalize their religious convictions with the aim of making them appear more apt to justify the exercise of political power. Finally, the third objective is to show a manner of interpreting Liberalism and Catholicism which enables one to appreciate that the apparent scission faced by a Catholic liberal is in fact not one at all. This makes it possible to ward off the threat facing our liberal systems.